AMANECER CON EL PIE IZQUIERDO

AMANECER CON EL PIE IZQUIERDO

ANGELICA SOSA DE PEROVIC

ARQUITECTA Y COLUMNISTA

Aquí nuevamente sentada en uno de nuestros parques,  como  una vecina más, como una cruceña más, con más responsabilidad de la que uno a veces pueda soportar, pero con la convicción de que deban hacerse bien las cosas.  Sepan que eso nos pasa a la mayoría de las personas,   pero a veces no amanecemos con el mejor de los ánimos, como se dice comúnmente con el pie izquierdo, 

influye la luna  o los pequeños y grandes problemas,  pero usualmente uno que está con la sonrisa de oreja a oreja, no todos los días se está con esos ánimos. 

Hoy es uno de esos días donde se cruzan las cosas, rematan estos ánimos las torpezas de las personas que más apreciamos y admiramos y se  recontra rematan con esas interminables reuniones que en el sector público son el pan de cada día. 

Muchas veces me pregunté cuál es el mejor funcionario público en nuestro país; parecería que fuera el que lleva cuentos y el que esta de reunión en reunión.  ¿Cuál es el peor, también me he preguntado?  Por increíble que parezca, pareciera que es el que trabaja y pretende cumplir a cabalidad sus obligaciones, parecería que a ése hay que echarle barro, hablar mal del funcionario sacrificado y criticarlo , criticarlo y criticarlo . Todo un mundo al revés.

Y me pregunto por esta la sociedad y las personas en un mundo de superficialidad y vanidades, que con el fin de pasar un buen rato, no medita las consecuencias de sus actos. 

Se hace un respiro para no ofender a nadie que uno aprecia y lo mejor es escapar un momento;  meditar,  salir a un parque rodeado de árboles centenarios y llenos de encanto, reflexionando, pensando  con la mejor de las brisas, ¿dónde quedó el mal día? Quedó atrás con los detalles que provocaron tanto malestar , con torpezas de las personas que uno admira. ¿Dónde quedo la tristeza? En el olvido. ¿Y qué milagro dio cabida a la alegría y a los buenos ánimos de siempre?  El ver a unas niñas con sus amiguitas y bicicletas y el escuchar risas de jovencitas alegres, los malos momentos quedaron en el olvido. 

Sepan, señores, que esta experimentada funcionaria, acostumbrada a llevar y llevar , recibir críticas sobre todo del Hesíodo criolllo y sus aliados  circunstanciales, que sepan que sólo por gustarme lo que hago es que no salió corriendo; en miles de ocasiones, en momentos del mal día, brilla la luz de las obras bien realizadas . De aprender que en las cosas simples esta la alegría de vivir , y dejando en el olvido las torpezas y acciones de personas desconsideradas con los demás.

Vi una ilusión de un ángel lleno de luces; imaginé muchos más adornos navideños en nuestros parques y volvieron de nuevo las ganas de poder seguir avanzando en días mejores con cientos de personas comprometidas en una gran causa.

Los cambios y beneficios de un pueblo entero , con estos pensamientos de la labor cumplida, son suficiente fuerza para dejar atrás uno de esos días accidentados. Tuvo cabida la alegría y las ganas de seguir avanzando .